Entrevista a Susana Villarán de la Puente

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Foto: Jime
(la primera a mi hermana)
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Fue en esa larga caminata de tertulia playera sin prisas, con un sol que regalaba luz más que calor… con el mar al costado y a los pies… al fondo la isla espectacular, sobre nosotras y en la arena las gaviotas juguetonas… con toda la brisa fresca de la mar brava en el espíritu, aderezábamos Susana y yo, una larga y demorada conversa... En aquel escenario privilegiado se cocinó esta entrevista, uno de los últimos días del año pasado.

En realidad, no era una persona lo que estaba buscando para la entrevista, ni siquiera me inquietaba la entrevista… lo que me interesaba elaborar era la propuesta de tesis, definir el tema, reducir el espectro, focalizar… éste fue uno de los asuntos de la tertulia playera. Fui madurando en diálogo con ella, una forma integrada de abordar los cinco cursos que llevo este ciclo… organizarlos al servicio de uno principal, la tesis.

Fue así que Susana mi hermana, la Ministra de Estado del Gabinete de la Transición Democrática, bajo la Presidencia del Dr. Valentín Paniagua Corazao, en la cartera de la Promición de la Mujer; la educadora, comunicadora, Defensora de DDHH; Ex Secretaria ejecutiva de la CNDDHH; Ex Defensora de la Defensoría de la Policía Nacional del Perú; Miembro de la Comisión Interamericana de DDHH, especialista en políticas públicas; Candidata a la Presidencia de la República en las Elecciones Generales del 2006 por el Partido Democracia Social (PDS) y Miembro del Comité Político de “Fuerza Social”, partido que participará en las elecciones Regionales y Municipales del 2010 y en las Elecciones Generales del 2011; Recientemente nombrada integrante del Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas… esta figura pública, llena de laureles merecidos y cosechados a pulso, bendecida con un carisma reconocido por tirios y troyanos.... e
sta ‘mujer limeña que hace política’ según se define en su blog… pasó a ser la candidata ideal a la entrevista, por un conocimiento que ella posee, pocos conocen y yo necesito... tres circunstancias contundentes... definitivamente era uno de esos días en que los astros se alinean.

Queda claro entonces que la entrevista es temática. De Susana Villarán de la Puente me interesan –para efectos de esta entrevista–, saberes y percepciones del vínculo entre el poder y los medios… pero no en abstracto, no el rollo que lo tendría en la punta de la lengua y brillante no lo dudo… hablo del poder que tuvo siendo miembro de un gabinete de lujo al que no le interesaba el poder en sí mismo... y a ella menos que a otros…me interesa de Susana Villarán de la Puente su participación en un momento específico de nuestra vida política nacional, el de la Transición Democrática, el punto de quiebre, el cambio de régimen… el tomar las riendas del gobierno para conducirlo y bien… sin cálculos… en equipo con norte claro y urgencias… con un liderazgo modelo… (mi presidente le decía Susana a don Valentín ‘mi’ presidente… le mandaba maná por sus cumpleaños hecho por ella)… de ese momento de tránsito a la democracia, fundacional, es que me interesa abordar a mi entrevistada. Cruzan a ésta primera, otras aproximaciones ineludibles en su caso (y en el mío por la tesis)… los derechos humanos y la Comisión de la Verdad.

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AQUÍ LA ENTREVISTA:
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La Transición propuso grandes Reformas de Estado ¿Existe un registro de tales propuestas al que se pueda acceder… hay una ‘memoria’ del Gobierno de Transición a la que uno pueda recurrir de manera pública?

El Gobierno de Transición presentó al Congreso de la República, cinco días antes de dejar el encargo, una memoria de gestión en la que están consignadas todas las acciones realizadas por cada sector, así como las acciones de conjunto. Se trata pues de documentos oficiales. Que se recuerde, no es una práctica que hayan seguido otros gobiernos.
Las grandes reformas están plasmadas en textos como La Iniciativa Nacional Anticorrupción (INA), Las Bases para la Reforma Constitucional, el Diálogo Nacional por la Educación, Las Mesas de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, La Comisión de la Verdad, entre otras.

¿Percibe usted que esta misión encomendada –transición democrática, reformas de Estado– quedó clara para los ciudadanos, para la clase política… o quedó registrado como el gobierno que garantizó elecciones libres y democráticas?

Una élite informada es consciente del cambio de rumbo, de fondo, que supuso el Gobierno de Transición.
Luego, sectores vinculados a la educación, los derechos humanos; constitucionalistas, juristas y jueces, así como políticos tuvieron claridad sobre los temas constitucionales y los referidos a la lucha contra la corrupción (fundamentalmente, al sistema anticorrupción).
Para el resto, fue un momento de gran frescura política, un gobierno percibido como decente y digno, personificado en Valentín Paniagua y que garantizó elecciones impecables. Creo, sin exagerar, que el cambio en la cultura política sí lo percibió la gran mayoría, 80% de aprobación no se da así nomás.

Como miembro del Gobierno de Transición ¿cómo percibió el comportamiento de los medios de comunicación en relación a la gestión, en términos generales?

Los medios, en general, salvo Lúcar y la Razón, fueron imparciales con el Gobierno de Transición. Ellos también se sintieron de alguna manera “liberados” de las presiones que padecían en el fujimorismo.


¿Hubo hostilidad… colaboración… crítica, negativa y constructiva… hubo de todo como en botica… algún incidente o anécdota que compartir al respecto?

El incidente protagonizado por Lúcar que tuvo el desatino de acusar de corrupto a Valentín Paniagua mientras entrevistaba al Alcalde de Lima en el aire. Nunca se esperó la respuesta clara y firme de Paniagua quien lo increpó con una decencia que pocos políticos pueden lucir desafortunadamente. Tampoco previó que Alberto Andrade lo dejase con el micrófono en la mesa de conducción, solo en señal de protesta por el ataque artero a un hombre digno.

¿Tuvieron reuniones con miembros de los medios, se las solicitaron… hubo acoso de los medios u otra forma de presión de los mismos?

No faltaron algunos periodistas connotados que se “ofrecieron” para asesorar la imagen de algunos ministros, entre ellos a mí. No estábamos en campaña ni buscábamos ser elegidos. Fue un gobierno que marcó las primeras normas de transparencia y neutralidad del Estado peruano, inauguró la época de los “portales”, de las “comisiones de Transparencia”. Le dio mucho material informativo a los medios.

¿Mandaron realizar alguna encuesta desde el Gabinete para medir popularidad, niveles de aprobación/desaprobación?

No. No tenía sentido. No había continuidad política, y las decisiones que se tomaron no fueron “testeadas”, eran una obligación patriótica como la Comisión de la Verdad. En aspectos específicos, la INA, el Diálogo por la Educación. En el PROMUDEH sí utilizamos los análisis cuantitativos y cualitativos como herramientas para nuestras propuestas de reforma. Como conjunto de gobierno, no.

¿Recuerda alguna encuesta realizada por los medios sobre los niveles de aprobación del Gabinete de la Transición?

No recuerdo, salvo que las hacían los medios y que no estaban nada mal.

¿La aprobación/desaprobación, era una preocupación, un tema que se hablaba en el Gabinete?

No.

¿Qué gestos recuerda del Presidente Paniagua o del Presidente del Consejo de Ministros o de los Ministros con relación a los medios?

Ya la conté… conversaban con personas de los medios, columnistas cuando escribían asuntos relacionados a las acciones de gobierno. Recuerdo que Paniagua los invitaba a almorzar. Era muy abierto y creo que fue muy útil para ambos lados.

¿Qué papel le atribuye a los ‘gestos’ en la comunicación cuando se es autoridad?

Una gran importancia. En lo personal, ejerciendo el periodismo radial, escrito y televisivo, era muy sensible a la cercanía a los medios. Los invitábamos mucho en el PROMUDEH, les dábamos mucha información y tenían pleno acceso. Lo mismo sucedía en otros sectores como Justicia que fue clave en el gobierno.

¿En manos de quién depositó la responsabilidad de relación con los medios el Presidente del Gabinete, Dr. Javier Pérez de Cuéllar…? ¿Había un equipo, una cabeza… cada sector manejó su política de comunicaciones?
Fíjate que no lo recuerdo. No creo que haya habido alguien encargado de “la imagen” en Palacio. Sería alguien de prensa para los comunicados y para las conferencias de prensa que se daban todos los viernes luego de cada Consejo de Ministros, conferencias presididas por Don Javier Pérez de Cuéllar a las que asistía todo el Gabinete. Fue un gobierno que “rendía cuentas” de manera permanente. Lo de la imagen, eso vino después, en la época de Toledo.

¿Cómo manejó las comunicaciones desde el sector a su cargo… le imprimió alguna característica que quisiera resaltar?

Desarrollamos una política de comunicación no de imagen de la ministra. Fue un cambio copernicano. Nos interesaba colocar los temas de la equidad de género, de la equidad social en la agenda pública, de la transparencia y la probidad. Teníamos una gran comunicadora en nuestro equipo, la periodista Iris Jave con un equipo de gente joven y creativa.

En un momento en el que de tantos vladivideos y millones, la gente no se asombraba de las enormes cifras del desfalco, lanzar la noticia que faltaban dos jirafas y un rinoceronte en el Parque de las Leyendas fue un gol comunicacional. La reacción de la gente fue increíble: “! Hasta dónde habían llegado!”

¿Cuándo la comunicación relevante se convierte en noticia, desde su experiencia de Ministra de Estado? Es decir ¿hay un esfuerzo de elaboración de mensajes desde el Estado o lo que chapa el periodista y publica es la noticia?

Esa es la obligación, la tarea de quien gobierna: hacer que la noticia trascienda la banalidad y se combine lo noticioso (interés del medio) con los contenidos, la agenda (de quien gobierna). No es fácil, no siempre se logra.

¿Dejó de ir a algún canal, emisora o medio escrito vinculado al fujimorismo durante ese periodo?

Nunca se atrevieron o no quisieron. Hubiese rechazado ir a algunos, una vergüenza para el periodismo.

El día que lograron la captura del prófugo de la justicia Vladimiro Montesinos fue también el día que ocurrió el terremoto en el sur del país… ¿cómo recuerda el comportamiento de los medios en relación a estos dos hechos noticiosos ocurridos en simultáneo?

Se dividieron, dos hechos que remecieron al país. Una crónica policial de primera línea, la de la captura de Montesinos y un hecho gravísimo y doloroso el del terremoto del Sur.

¿Cómo vivió usted personalmente aquel día…? Qué reflexiones o qué recuerdos puede compartirnos.

Sabía que ese día caería Montesinos. Dentro del gobierno seguíamos el tema muy recerca. Estaba en Pachacamac, filmando “Nuestro Pueblo” una miniserie que transmitimos como PROMUDEH en ocho capítulos en el canal del Estado (otra manera de entender la comunicación por cierto).

Desde el primer remezón no tuve otro asunto en la cabeza y en el corazón que el terremoto y sus víctimas. Esa noche la pasé en vela, organizando la ayuda inmediata del PRONAA y escuchando a través de CPN radio a todas las personas que llamaban desesperadas desde Moquegua, Tacna y Arequipa. Nunca valoré tanto la radio como en ese momento. Me permitió estar con la gente en un momento de inmenso dolor e incertidumbre y calibrar exactamente la magnitud de la tragedia en las historias personales y de comunidades arrasadas y aisladas.

Los medios fueron particularmente un centro de corrupción, comisión de todo tipo de delitos, ocultamiento de información, etc.… cómo revertir esto… ¿basta con que cambie el gobierno… no hay un mea culpa?

No basta. Pero hay que recordar que el golpe de la huida vergonzosa de Fujimori y el empuje del Gobierno de Transición, los hizo retroceder mucho.
Hoy el terreno ha sido recuperado en gran medida por la pérdida del impulso reformador.

La CVR convocó a actores políticos a sus audiencias no así a medios o periodistas ¿qué opinión le merece que no hayan sido convocados?

Debieron ser convocados ya que ellos jugaron un rol importantísimo en la lectura, en la formación de los sentidos comunes e imaginarios sobre la violencia que se vivía en el país, el conflicto, el posconflicto, se interpretaban y difundían.

Era una batalla por la interpretación de 15 años y que continúa. Es bueno que se conozca que en el Grupo de Trabajo para la Instalación de la Comisión de la Verdad integrado por las iglesias, la Coordinadora de Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo, los ministerios de Defensa, Interior, Justicia, PROMUDEH, trabajamos 6 meses y se realizó una amplia consulta nacional acerca de la conveniencia de la CVR, recogiendo aportes. Los Modelos de comunicación social fueron consultados, como los Comités de Autodefensas, Organizaciones de víctimas, Universidades, empresarios, entre otros. De esto se conoce poco.

¿El Informe CVR divide a los peruanos… qué opinión le merece esta afirmación?

No, el informe no dividió, colocó en blanco y negro una verdad histórica que tiene detractores porque son actores que sienten que su rol en el conflicto ha sido mal interpretado o tienen demasiados compromisos con la impunidad. Ello no quiere decir que el informe fue perfecto. Pero, en términos generales como lo acaba de señalar Mario Vargas Llosa a propósito de la negativa del gobierno a aceptar la donación alemana para el Museo de la memoria, el informe Final es bastante objetivo.
Hay muchas memorias aún que no se encuentran en el país. Estamos muy cerca de los hechos todavía.

Como impulsora clave de la conformación de la CVR ¿está usted satisfecha con su Informe Final… tiene reservas o críticas al mismo?

Si. Es un gran esfuerzo el realizado por ese equipo de patriotas que lideró Salomón Lerner Febres. Se debe conocer más, formar parte del curso de historia, de la currícula de las FFAA y policiales, en los estudiantes universitarios. Espero que no hayamos perdido un tiempo precioso.

Le tocó ser la primera Defensora de la Policía en el gobierno de Toledo y bajo la dirección de Rospigliosi en el sector Interior ¿qué percepción recogió en esa gestión, de las y los policías, respecto al informe CVR?

La Policía participó en el trabajo de la CVR, fue a las audiencias a dar testimonio. Se colocó a las víctimas en el lugar que se merecían, se cumplió con las recomendaciones de la CVR para la Policía. No fue así con el sector defensa. Ellos reaccionaron defensivamente desde un inicio.

Siendo Defensora de la Policía, tuvo oportunidad de tratar con viudas, personas con discapacidad, huérfanos y madres, todos víctimas de la guerra… ¿pudo captar sus percepciones… se sienten resarcidos, reparados, indemnizados, dignificados… o por el contrario, en abandono?

En la gestión de Rospigliosi y Costa se impulsó la Comisión Nacional de Viudas y Personas con Discapacidad de la Policía Nacional. Recordemos que tenemos 1,500 viudas del conflicto y cerca de 1,250 personas con discapacidad. Habían sido muy postergados y existía discriminación.

Por ejemplo, las viviendas que le corresponden por ley no se daban desde 1994; el beneficio del combustible (que puede equivaler a la remuneración) se entregaba solamente a las viudas de Coroneles y Generales, al resto nada. Los más pobres sufrían discriminación. Resolvimos esto con la participación de todas las organizaciones. Fue muy hermoso ver la solidaridad de las viudas de coroneles y generales con las de los sub oficiales.

Contra la terquedad del Ministerio de Economía y Finanzas, se logró asignar en el presupuesto del MININTER más de 7 millones de soles anuales. Se hizo mucho más, atención psicológica, proyectos productivos, pero nunca es suficiente. Lamentablemente este esfuerzo no se sostuvo y sectores de contra reforma fueron ganando terreno al salir Costa, dejando de lado a este grupo de víctimas.

Su designación como Defensora de la Defensoría del Policía ¿la concibe como parte de su misión de defensora de los derechos humanos… o cómo?

Si, siempre la concebí desde su creación, sus funciones como una institución de defensa de los derechos humanos. Si se leen los dos informes 2002 y 2003 es muy revelador lo que se trabajó en el área de protección y promoción de los DDHH en la Policía Nacional.

¿Qué reto nuevo le significó defender a una institución que violó derechos y cegó vidas en el pasado… cómo elaboró esto para cumplir su papel?

Es muy importante en DDHH colocarse siempre en los zapatos del otro. Las víctimas no tienen otro estatuto por tener uniforme. La ética de la víctima es la única que marca nuestra acción. En ella no hay lugar para sectarismos.

¿Sintió usted que sus colegas de los DDHH la acompañaron en la gestión como Defensora de la Defensoría del Policía… o se distanciaron… cómo fue?

Si. Lo entendieron. Fue toda una alegría ya que colaboraron activamente en nuestro trabajo.

¿Qué sentido tiene para usted la reconciliación nacional?

Me cuesta la reconciliación como concepto. Creo en la aceptación del otro y sus verdades en un proceso de diálogo y escucha, en la reparación del daño moral y material, en el encuentro históricamente esperado del estado con la sociedad de los excluidos sobre quienes la violencia descargó su brazo más cruel.

¿Qué costo tiene llevar una vida tan pública como la suya… cómo se vive la cotidianeidad… qué sacrificios o limitaciones le implica… qué ha perdido y qué ha ganado?

Nada de lo humano me es ajeno decía San Pablo. Difícilmente cambiaría mi vida por otra. Se gana y se pierde, es imposible conciliar todas las dimensiones de la vida de manera armónica pero no me quejo.
Lima, 10 de marzo de 2009
RVP

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