Globalización y Sociedad de la Información














Trabajo de Aplicación

Globalización y Sociedad de la Información





Alumna: Rosa María Villarán de la Puente
Diciembre de 2009









o Defina dos características de la globalización, que no estén escritas en el libro, y dé ejemplos de cada una.


• Unificar en la diversidad
El concepto de globalización tiene un carácter unificador que pretende establecer pautas culturales universales. En este contexto ¿cómo interpretar sin alarma, indicios como la desaparición de lenguas y culturas diversas? La respuesta estaría por aprender a ver las cosas (el mundo, los procesos, la propia globalización), a partir de la diversidad y no desde la concepción unívoca que no es lo mismo que “unificadora”. Polémica para un buen rato.


• El término en todos sus extremos
Si aceptáramos tajantemente el término globalización, corremos el riesgo de confundir los lazos universales con la “aldea global”, y al hacerlo, le trasladamos todos los extremos del término. Ergo, todos deberíamos disfrutar de las bondades de la “civilización globalizada”, redistribuyendo de manera justa y equitativa la riqueza. Y bien sabemos que en nuestra sociedad globalizada “real”, sólo las ganancias son privadas, pues las deudas, siempre serán públicas y endosables a los que menos tienen.


• Evitar los impulsos negadores
Entender la globalización como un largo proceso que supone integrar numerosas disciplinas. Negarla: una salida poco juiciosa. Llamarla de otro modo pretendiendo que no existe y que nada ha cambiado, una solución fácil para justificar la indecencia.



o ¿Podría usted crear una metáfora o analogía que grafique el actual momento por el que nos encontramos, según sus propias convicciones?

No creo poder hallar otra mejor que la ofrecida en el texto (la del espejo que no refleja sino el “modelo” al cual debemos parecernos… ¡estupenda!), apelo entonces a la gráfica para aproximarme a la metáfora, que no es otra que la cavernícola y perversa esencia humana, que nos lleva directo a la eliminación de nuestro propio génesis, con globalización o sin ella:







Hay sin embargo, una metáfora que usa Carlos Enrique Orozco, que resulta pertinente traer a esta fiesta. Se expresa desde el título: “La cuarentona, pero todavía atractiva, va a tomar sus decisiones” . Se refiere a los cuarenta años ya cumplidos por Internet. Edad por demás significativa aunque no sabemos si lo suficientemente madura, para acertarla con los desafíos que tendrá que enfrentar.

Al decir de Orozco, su futuro está en juego. Lo pone en clave metáfora: “los fabricantes de los autos más poderosos y rápidos están solicitando privilegios en la carretera para que no les ‘estorben’ los pequeños coches y ganar ventaja sobre ellos. Por esta razón, las grandes empresas propusieron que se modifique la neutralidad de la red para favorecer un trato diferenciado por pago en el tráfico por la red.”

Los argumentos de quienes están a favor de mantener la neutralidad de Internet se pueden consultar en el sitio savetheinternet.com, mientras que las razones en pro del tráfico diferenciado por pago están en handsoff.org/blog.

En los últimos años se ha discutido si la forma igualitaria de tratar los flujos de información en la red continúan o si se modifica para darle prioridad a los grandes paquetes informativos.

El actual protocolo usado para el envío de datos trata por igual a los paquetes de información de las grandes empresas de telefonía y video que los de los pequeños usuarios. Esto se conoce como la neutralidad de la red y parece muy justo; sin embargo, también es un tanto ineficiente porque tienen que competir por el mismo carril de la autopista los pequeños autos un tanto lentos junto con los bólidos diseñados para competencias de alta velocidad.

Menudas decisiones que tienen en vela a la recién llegada a la base 4.



O Además de los casos y ejemplos mostrados en el libro, ofrezca usted ejemplos de la nueva economía, en el entorno globalizador.


• ¿Es posible el desarrollo local donde el mercado libre globalizado no lo genera? Se sostiene que El Mercado sufre una afección muy particular: Todo el mundo lo aprecia, pero a condición de no someterse a sus leyes. El individuo ve en el mercado una amenaza, una fuerza que fija arbitrariamente sus ingresos y sus precios, al tiempo que se bate con éxito cada vez mayor para conseguir controlarlo.

• Existe en los mercados globalizados, lo que algunos autores llaman la lógica de los “dos tiempos” primero las empresas producen y después el Estado se ocupa de lo social. No tenemos porqué aceptar como verdaderos algunos de los paradigmas hoy vigentes.

• “Estas nuevas tendencias estructurales que “empujan” a la población menos calificada y más pobre hacia localizaciones en riesgo de exclusión social, como es el caso del empleo precario, el subempleo, la informalidad y el desempleo, convocan a ensayar una nueva mirada sobre esos fenómenos para analizarlos desde el eje de las tendencias de integración/exclusión social, que parece dominar la lógica de funcionamiento del sistema en el mundo globalizado.











o ¿Cuál es el papel, que su criterio juega la comunicación en el proceso de globalización?

Me referiré al que aspiramos que cumpla, más que a las constataciones que resultan siendo lugares comunes. Las palabras de Amartya Sen, Castells y otros teóricos, nos servirán de inspiración para “el espejo a la inversa” que propongo en este ejercicio… la comunicación debe jugar un papel transformador en este proceso de “globalización”:

Visualizar e inquirir:
• El modo de vida en las actuales naciones desarrolladas es “inmoral”, porque es insostenible, y el camino es de buscar un nuevo tipo de residencia planetaria que permita facilitar (a) la bondad de los individuos (sostenibilidad emocional), (b) la justicia de las relaciones equitativas (sostenibilidad económica y jurídico-política), y (c) la sostenibilidad global de los efectos colaterales generados por la presencia de homo sapiens en la Tierra. Si faltara uno de estos componentes, tememos que nuestro modelo de vida no nos permita esperar un siglo XXII.

• Las economías de mercado han sido incapaces de incluir a todos los hombres en el uso y disfrute de los factores de producción. Se han creado mecanismos perversos que, a nivel micro (dentro de cada país) y a nivel macro (en el mundo), alimentan las desigualdades y la brecha de posibilidades.

• Existen hoy millones de hombres y mujeres que ni en esta década, ni en muchas décadas, podrán alcanzar las actuales exigencias del mercado laboral y productivo, por deficiencias estructurales que tienen que ver con su formación física, psíquica, intelectual y social pero, fundamentalmente, con los sistemas políticos, institucionales, socioeconómicos, ambientales y culturales en el que están inmersos. ¡Actúa para el cambio!

Irradiar y fomentar el cambio:
• Educar al desarrollo y a la ciudadanía para un mundo solidario: Llegar a comprender la complejidad del mundo: Tomar conciencia de las interdependencias económicas, sociales, culturales, ecológicas entre las poblaciones de los países del Norte, del Sur en una dimensión planetaria. Comprender y reconocer el otro como individuo diferente, insertado en grupos que tienen sus lógicas propias y a veces contradictorias.

• Conseguir actuar para la construcción de un mundo solidario. Comprender el poder que tiene todo individuo, cuando actúa sobre su entorno inmediato, de modificar él de los demás. Comprender que la acción es más eficaz cuando es colectiva.

• Hacer brotar ideas de acciones concretas y de comportamientos cotidianos que superen la noción de ayuda y se inscriban en una larga duración.



O Mencione el caso de un grupo minoritario, y la forma cómo se manifiesta a través de la red.

Un buen ejemplo de un grupo minoritario perseverante en la red, es el Grupo Red de Economía Solidaria del Perú (GRESP). Seis ejes sostienen su propuesta: La Producción Local y Sostenible; el Comercio Justo; el Consumo Ético; el Turismo Social; el Trueque y la Moneda Social; y el Desarrollo Económico Local.

Ésta asociación civil que promueven prácticas de economía asociativa y relaciones de solidaridad en la economía, está integrada por Gremios Sociales, Organizaciones No Gubernamentales, Organizaciones de Confesión Religiosa, Entidades de Cooperación Internacional con sede en el Perú, y personas comprometidas con esta propuesta.

Desde 1997, GRESP viene trabando en el fomento e institucionalización de prácticas de solidaridad en la economía. En sus 12 años de funcionamiento, ha logrado animar la creación de Grupos de Iniciativa de Economía Solidaria (GIES), que trabajan por el desarrollo económico local en 24 localidades del país; así como de la Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético, que impulsa la creación de mercados para los productos de agricultores y artesanos que trabajan con criterios agro ecológicos y de comercio justo.





Igualmente, GRESP ha colaborado en la formación del Grupo Parlamentario “Cooperativismo y Economía Solidaria” en el Congreso de la República del Perú, y forma parte del movimiento ciudadano “para que no se repita”.

En el ámbito regional, GRESP ha contribuido a la articulación de experiencias de economía solidaria y comercio justo a nivel internacional, en tanto miembro fundador de la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social Solidaria (RIPESS) y de la Mesa de Coordinación Latinoamericana de Comercio Justo.

Este año GRESP ha desarrollado alianzas de envergadura a nivel local, y al ver el vídeo que les invito a disfrutar , uno observa cómo la globalización y el uso de la conectividad virtual, le ha permitido –a pesar del andar a contracorriente–, crecer y posicionarse en la agenda pública. ¡Felicitaciones!



O ¿Cómo repercute la globalización en las diferentes ideologías?

Pondré el ejemplo de Cuba, típico caso –de los pocos junto con China–, que, a pesar de sus intentos por monopolizar el acceso a Internet imponiendo todo el poder desde el Estado, la ideología dominante deviene en provocación y le rebota en la cara al poder. Nos lo cuenta Yoani Sánchez mejor que nadie:

“En esta isla, con más de 11 millones de habitantes, solo hay 950.000 líneas fijas de teléfono y 630.000 computadoras. Una buena parte de ellas pertenecen a centros estatales y están localizadas en las cabeceras de provincia. Los métodos para comunicarnos siguen siendo, para muchos cubanos, tan rústicos como en el período de la Colonia española: un vecino le grita desde el balcón a otro que vive en mitad de la cuadra y le dice que venga corriendo, porque ha recibido una llamada que parece urgente.

El dentista de la casa de enfrente paga, por una extensión anclada a la línea de la viejita de los bajos, la mitad del salario que recibe en la clínica donde trabaja. Mientras, en algún pueblito perdido en las montañas un joven entrena palomas mensajeras para comunicarse con su novia radicada en la llanura. Para cada uno de ellos, el sueño de poder levantar un auricular y llamar a cualquier lado, se ha convertido desde hace mucho en una fantasía dolorosa”.

De las mismas maneras ilegales con que un día nos hicimos con una radio de onda corta, un secador para el pelo o una grabadora de casetes donde escuchar a los Beatles, hoy estamos accediendo a las nuevas tecnologías y a la interconectividad que ellas generan. No me extrañaría saber que ya en el taller de algún joven informático se ha creado un dispositivo que terminará con el monopolio estatal sobre el acceso a Internet.”


o Señale y explique cómo funcionan los casos peruanos de gobierno electrónico, y dé su opinión respecto a ellos.

Hay un creciente número de experiencias de buen gobierno electrónico en espacios regionales y en algunos sectores del gobierno central. Sobre estos últimos, ya han merecido premios a las buenas prácticas gubernamentales, los portales de la RENIEC, el Poder Judicial y SUNAT, por ejemplo.

A nivel intersectorial, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), tiene dentro de su alambicado organigrama, una oficina bajo el membrete de “Oficina Nacional de Gobierno Electrónico e Informática”, de reciente creación para instaurar el Sistema Nacional Informático .

Cualquier iniciativa que en este sentido se emprenda, coadyuvará a reformar el Estado poniéndolo al servicio del ciudadano, por lo que alentar su puesta en marcha y difusión amplia para el acceso masivo y a costo cero, deviene indispensable.

Cabe aquí, alentar en particular, a aquellas dependencias que brindan “seguridad” a las y los ciudadanos. Las Comisarías por ejemplo, retrasadas en estas materias años luz. Por ello, cito la experiencia que se dio a conocer ayer: Plataforma virtual servirá para enlazar comisarías.



o ¿Considera usted que hay una tendencia a homogenizar culturalmente a los habitantes de las diversas sociedad, explique por qué?

Sí, lo considero y es parte del “paquete”. Nuevamente, para no volver a los lugares comunes, propongo verlo desde otra perspectiva, el de las políticas culturales.

En una época marcada por la expansión del mercado interno, la movilidad social, el desarrollo de tecnologías digitales y la circulación global de bienes y servicios culturales, Santiago Alfaro lanza una reflexión con su pregunta final:

“En materia de políticas culturales, el Perú ocupa dentro de la región el mismo lugar que la selección en las eliminatorias para el mundial de fútbol. A diferencia de lo que sucede aquí, en México existe un Sistema de Información Cultural que provee al sector de estadísticas frescas; en Brasil se viene gestando el proyecto Vale-Cultura, que busca democratizar el acceso a los bienes y servicios culturales; en Chile, cinco fondos concursables han financiado más de 6.000 proyectos de múltiples rubros artísticos; y en Argentina, el Centro de Apoyo al Productor Cultural (CAPC) ofrece servicios gratuitos de información y asesoramiento a las pequeñas y medianas empresas culturales.

No necesitamos más publicidad, sino políticas como las citadas. Ya es tiempo de que Bákula ajuste cuentas con la ciudadanía y que la ciudadanía se lo demande. ¿Hasta cuándo se mantendrán callados los cineastas, actores, pintores, gestores, músicos y demás miembros del sector cultural?”



o ¿Considera usted que Internet democratiza el conocimiento?

He reservado para esta respuesta, el artículo de Alfonso Gumucio-Dagron, publicado en septiembre de este año en la revista “etcétera” . Su pregunta, aunque planteada de otro modo, responde al meollo ¿Hay democracia en la red?

Gumucio-Dagron habla claro. No le tiembla la pluma para escribir sobre “el apartheid electrónico” y con la misma autenticidad, plantearnos reinventar Internet como herramienta para la democracia y el desarrollo social, para la participación y la afirmación de nuestras múltiples identidades culturales. Aquí el artículo completo:

“La historia nos ha enseñado que es sano para las culturas mezclarse y evolucionar a través de interacciones y diálogo de valores. Ninguna gran cultura se ha mantenido “pura”. Las sociedades más importantes han tomado prestado y han compartido; las interacciones culturales son responsables de algunos de los momentos cumbres en el desarrollo de la humanidad. Pero en la era electrónica las condiciones del “intercambio cultural” están demasiado desequilibradas. Sucede algo similar a las condiciones que caracterizan los intercambios comerciales, pues las reglas del juego han sido dictadas en forma unilateral. Entre el mercado libre y el mercado justo hay un trecho enorme, similar al que encontramos en los intercambios culturales. Las culturas, algunas muy debilitadas y divididas por las crisis de identidad y las manipulaciones de sectas religiosas, son fácilmente eliminadas por la marea del mercado sin reglas. La visión de un mundo en el que todos tendrán “acceso” a las mismas hamburguesas o a la misma agua-de-color-oscuro es escalofriante, pero ésa es ciertamente la tendencia, y no solamente en los países empobrecidos y vapuleados por los intercambios injustos.

La paradoja es que el capitalismo ni siquiera necesita comportarse en forma imperialista, pues todos contribuimos a hacer el trabajo sucio, incluyendo académicos, científicos, periodistas, y yo mismo, que con frecuencia escribo en inglés con la peregrina idea de influir en un número mayor de lectores. Los progresos que se registran en la tecnología no incluyen esfuerzos para darle espacio a otras expresiones culturales. No es sólo el problema de la lengua sino de la cultura que subyace detrás de las palabras. Los programas que traducen en forma mecánica del inglés al chino o viceversa no pueden abarcar esa dimensión. No hablemos aún de que Internet “construye democracia” o “expande las fronteras del conocimiento” hasta que esa expansión no tenga lugar, no sólo en términos de tecnología, sino en términos de contenidos relevantes y de una representación balanceada de las culturas. La revolución tecnológica ha cegado a muchos, tanto en las naciones industrializadas como en los países en desarrollo. La fascinación del fácil “acceso” ha oscurecido el tema de quién tiene acceso y cuáles son los beneficios y los riesgos.

Una de las ilusiones de Internet es que no tiene una administración central. En realidad la tiene; basta ver los contenidos de la red. La aparente libertad de oferta y demanda hace que, en realidad, el que manda es el dinero y el poder económico. Lo que sucede hoy con Internet, ya pasó con la televisión por cable y la satelital. Hace unas décadas algunos pensaban que la TV satelital y por cable incrementarían exponencialmente la oferta de programas y la diversidad de opciones. Hoy sabemos que sólo se ha logrado imponer un modelo clonado en escala planetaria, que representa un solo punto de vista, una forma de vida estándar, una manera de mirar la sociedad y la realidad 24 horas al día con los mismos ojos. En la red encontramos la misma abundancia de lo mismo. Es necesario navegar a través de los más retorcidos laberintos para llegar con suerte a algún oasis que valga la pena.

Estoy consciente del potencial del Internet en tanto que soy parte de aquellos privilegiados que tienen: 1. electricidad, 2. línea telefónica, 3. computadora, y 4. dinero suficiente para pagar la conectividad. Además, soy parte de aquella minoría que lee y escribe en inglés. Pero el punto es que lo que me sirve a mí y a una minoría, no necesariamente sirve los intereses y aspiraciones de desarrollo de la gran mayoría de la humanidad. El ideal de una sociedad democrática global, en la que todas las voces y las diferencias culturales sean igualmente respetadas y valoradas obviamente no es compartido por quienes están instalados confortablemente en un mundo dominado por unos pocos. La democracia en el mundo real o en el ciberespacio no es algo que llega automáticamente sólo porque la tecnología ha avanzado o porque llegó el momento adecuado. Para tener un mundo mejor (o una mejor red mundial) hay que ser creativos y comprometerse con la necesidad de cambios sociales. Tal vez comunidades en el Tercer Mundo y asociaciones de consumidores en los países industrializados lograrán organizarse para impedir que Internet y la red se conviertan en un instrumento del comercio y de la publicidad. Nos parece normal ahora sentarnos frente a una pantalla llena de anuncios y de ofertas de negocios.

La palabra en inglés free (libre, gratis) ha sido corrompida en forma desafortunada y la red la ha proyectado a niveles globales: comida fat free (libre de grasas) o acceso free (gratuito)... como si la palabra hubiera sido creada por mercaderes. Qué tanto mejor sería si el uso de free estuviera restringido a la acepción de libertad. Libertad de aprovechar las ventajas del Internet y de la red, libertad de escoger los contenidos y el uso, en vez de simplemente seguir repitiendo los gestos de millones de clones, que hacen clic en los mismos iconos, se dejan llevar por los mismos motores de búsqueda a los mismos sitios, a las mismas páginas, como si estuvieran genéticamente pre-programados.

La situación actual es que 90% del contenido de la red es absolutamente irrelevante para 90% de la población mundial. En términos de desarrollo, no cabe la menor duda de que las experiencias de radios comunitarias son mucho más eficientes para promover la participación y el diálogo para el cambio social, que los telecentros que actualmente se multiplican sin consulta con las comunidades supuestamente beneficiarias, y que en el mejor de los casos benefician a los menos pobres de las comunidades, a los que ostentan el poder.

De hecho, las experiencias que se desmarcan de los usos repetitivos de Internet, son aquellas que voluntariamente reducen el universo humano de los beneficiarios y de esa manera, a partir de ellos, elaboran un concepto diferente de lo que es la red. El ejemplo clásico son las “comunidades de conocimiento” que alienta la Fundación M.S. Swaminathan en Chennai, en el sur de la India. En lugar de aceptar a ojo cerrado los supuestos beneficios de la red mundial, esta organización se preocupa por crear páginas sobre temas de interés local, con pertinencia cultural y lingüística. El valor agregado, en términos de identidad y renovación cultural, es inmenso.

Nadie podría negar que Internet tiene un potencial enorme en el futuro, pero éste es el momento para pensar la red en función de todo el mundo y no solamente como la punta de lanza de la globalización.

El tema del apartheid electrónico tiene que ser tomado en cuenta porque constituye un freno para la renovación de la red mundial. El reto es reinventar Internet como herramienta para la democracia y el desarrollo social, para la participación y la afirmación de nuestras múltiples identidades culturales”.

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